Cada noche, abre tu corazón en sencillez y adoración a Dios,
diciendo una humilde oración que de paz a tu ser,
que sea de renovación espiritual y llene tu alma,
que te descargue de todo peso de fallas y preocupaciones.
Que tengas una buena noche,
descansando en los brazos de nuestro Padre Dios,
tan lleno de gracia y amor,
que te protege con sus ángeles.