Los Salmos son una fuente de ayuda con oraciones para momentos difíciles, haz esta oración inspirada en este Salmo 27. Podrás expresarle a Dios tu problema, dile cómo te sientes, si hay angustia, preocupación, ansiedad o miedo. Esta plegaria es un apoyo para tus oraciones personales en momentos de angustia y desesperación, cuando no sabes qué hacer y cuando no ves solución.
▷ Oración en Momentos Difíciles con el Salmo 27
Dios mío, gracias por ser mi salvador en todos mis problemas, estas dificultades que tengo las pongo en tus manos que me rescatan.
Gracias porque en ti puedo ver la luz pues tú mismo eres quien me alumbra para que vea cómo tu gloria se manifiesta en cada situación.
Señor, ayúdame a confiar plenamente en ti, que ninguna angustia o temor se apodere de mi mente. Que confíe en que tú eres mi luz y mi salvación. Tú proteges mi vida y ninguna circunstancia o problema me infundirá temor.
Ayúdame Dios mío, a mantener la calma, a mantenerme confiado en ti sin temor porque tú eres quien me protege. Tú harás la guerra a los que quieren mi mal y los vencerás. Tú eres el que dará la victoria a mi vida, no hay nada imposible para ti.
Señor, que siempre tenga la disposición de buscarte en oración, de buscar tu presencia y dirección cada día de mi vida.
Cuando vengan esos tiempos difíciles confiaré en la protección que me darás, serás mi lugar de refugio y podré salir de cada uno de ellos con tu ayuda y liberación de victoria.
Gracias por la liberación, te alabaré con todo mi corazón, cantaré a ti, Señor, te honraré por todas las maravillas que haces. Gracias por no dejarme solo, por no abandonarme. Tú eres quien me salva.
Señor, enséñame el camino que debo seguir, enséñame a vivir como quieres, que disfrute de tus bondades junto a los que te aman. Llévanos a todos por el buen camino. Confiaré en ti siempre.
Señor, que siempre tenga la disposición de buscarte en oración, de buscar tu presencia y dirección cada día de mi vida.
Cuando vengan esos tiempos difíciles confiaré en la protección que me darás, serás mi lugar de refugio y podré salir de cada uno de ellos con tu ayuda y liberación de victoria.
Gracias por la liberación, te alabaré con todo mi corazón, cantaré a ti, Señor, te honraré por todas las maravillas que haces. Gracias por no dejarme solo, por no abandonarme. Tú eres quien me salva.
Señor, enséñame el camino que debo seguir, enséñame a vivir como quieres, que disfrute de tus bondades junto a los que te aman. Llévanos a todos por el buen camino. Confiaré en ti siempre.
Te ruego que toda atadura sea desatada y haya una solución a mi problema. Confiaré en tu misericordia y tu fidelidad, me salvarás y me mantendrás en tu refugio. Gracias por estar conmigo y darme descanso. Hago esta oración en el nombre de Jesús. Amén.
Mery Bracho
Salmo 27
1 Dios mío,
tú eres mi luz y mi salvación;
¿de quién voy a tener miedo?
Tú eres quien protege mi vida;
¡nadie me infunde temor!
2 Cuando mis malvados enemigos
me atacan y amenazan con destruirme,
son ellos los que tropiezan,
son ellos los que caen.
3 Me puede atacar un ejército,
pero yo no siento miedo;
me pueden hacer la guerra,
pero yo mantengo la calma.
4 Dios mío,
sólo una cosa te pido,
sólo una cosa deseo:
déjame vivir en tu templo
todos los días de mi vida,
para contemplar tu hermosura
y buscarte en oración.
5 Cuando vengan tiempos difíciles,
tú me darás protección:
me esconderás en tu templo,
que es el lugar más seguro.
6 Tú me darás la victoria
sobre mis enemigos;
yo, por mi parte,
cantaré himnos en tu honor,
y ofreceré en tu templo
sacrificios de gratitud.
7 Dios mío, te estoy llamando:
¡escúchame!
Ten compasión de mí:
¡respóndeme!
8 Una voz interna me dice:
«¡Busca a Dios!»
Por eso te busco, Dios mío.
9 Yo estoy a tu servicio.
No te escondas de mí.
No me rechaces.
¡Tú eres mi ayuda!
Dios mío,
no me dejes solo;
no me abandones;
¡tú eres mi salvador!
10 Mis padres podrán abandonarme,
pero tú me adoptarás como hijo.
11 Dios mío,
por causa de mis enemigos
dime cómo quieres que viva
y llévame por el buen camino.
12 No dejes que mis enemigos
hagan conmigo lo que quieran.
Falsos testigos se levantan,
me acusan y me amenazan.
13 ¡Pero yo sé que viviré
para disfrutar de tu bondad
junto con todo tu pueblo!
14 Por eso me armo de valor,
y me digo a mí mismo:
«Pon tu confianza en Dios.
¡Sí, pon tu confianza en él!»
Mery Bracho
Salmo 27
1 Dios mío,
tú eres mi luz y mi salvación;
¿de quién voy a tener miedo?
Tú eres quien protege mi vida;
¡nadie me infunde temor!
2 Cuando mis malvados enemigos
me atacan y amenazan con destruirme,
son ellos los que tropiezan,
son ellos los que caen.
3 Me puede atacar un ejército,
pero yo no siento miedo;
me pueden hacer la guerra,
pero yo mantengo la calma.
4 Dios mío,
sólo una cosa te pido,
sólo una cosa deseo:
déjame vivir en tu templo
todos los días de mi vida,
para contemplar tu hermosura
y buscarte en oración.
5 Cuando vengan tiempos difíciles,
tú me darás protección:
me esconderás en tu templo,
que es el lugar más seguro.
6 Tú me darás la victoria
sobre mis enemigos;
yo, por mi parte,
cantaré himnos en tu honor,
y ofreceré en tu templo
sacrificios de gratitud.
7 Dios mío, te estoy llamando:
¡escúchame!
Ten compasión de mí:
¡respóndeme!
8 Una voz interna me dice:
«¡Busca a Dios!»
Por eso te busco, Dios mío.
9 Yo estoy a tu servicio.
No te escondas de mí.
No me rechaces.
¡Tú eres mi ayuda!
Dios mío,
no me dejes solo;
no me abandones;
¡tú eres mi salvador!
10 Mis padres podrán abandonarme,
pero tú me adoptarás como hijo.
11 Dios mío,
por causa de mis enemigos
dime cómo quieres que viva
y llévame por el buen camino.
12 No dejes que mis enemigos
hagan conmigo lo que quieran.
Falsos testigos se levantan,
me acusan y me amenazan.
13 ¡Pero yo sé que viviré
para disfrutar de tu bondad
junto con todo tu pueblo!
14 Por eso me armo de valor,
y me digo a mí mismo:
«Pon tu confianza en Dios.
¡Sí, pon tu confianza en él!»
Versión Traducción al Lenguaje actual.